Una acción aparentemente tan sencilla como es el frenar, puede ser causa de accidentes por desconocimiento de la técnica del frenado. Indiscutiblemente en competición o en conducción deportiva es imprescindible el dominio de esta técnica. En una conducción habitual, el conductor medio en el caso de verse obligado a efectuar una frenada de emergencia en situación de pánico aprieta el pedal a fondo y bloquea las ruedas que dejan de girar con el resultado de que mientras dura el frenado aunque gire el volante no puede dirigir el coche en la dirección deseada para esquivar el obstáculo que ha provocado esta situación.
Para evitar el bloqueo de las ruedas el conductor tiene que frenar con la fuerza suficiente pero llegando a un punto en el que las ruedas puedan girar evitando su bloqueo y en consecuencia poder controlar el vehículo con el volante. Son escasos los conductores capaces de efectuar un frenazo a fondo sin bloquear las ruedas, para conseguir realizar correctamente esta acción y puesto que desgraciadamente esta técnica no se enseña en muchas escuelas de conducción, es aconsejable inscribirse en una cursillo de conducción de seguridad en una escuela especializada.
Afortunadamente, la mayoría de los vehículos actuales montan frenos ABS que se encargan de efectuar el frenado eficientemente cuando el conductor pisa el pedal a fondo. Lamentablemente se ha demostrado que algunos conductores a pesar de disponer del ABS no aprovechan todas las ventajas que les ofrece el sistema y no pisan con la fuerza suficiente el pedal del freno para detener su vehículo en el lapso de tiempo más corto posible.
Con el sistema de frenos ABS no sólo se consigue evitar un bloqueo de las ruedas, si no que también se detiene el vehículo sin problemas en frenadas en las que las ruedas pisan sobre superficies con deslizamiento desigual. Podemos dar como ejemplo el de una frenada en la cual las ruedas de la derecha pisan arena o tierra acumulada sobre la calzada mientras que las izquierda lo hacen sobre un asfalto seco. En esta situación al frenar a fondo sin ABS se producirá una peligrosa patinada que hará girar el frente del vehículo hacia el centro de la calzada ya que las ruedas de la izquierda debido a la arena se deslizarán a mayor velocidad que las de la derecha. Si el vehículo dispone de ABS el sistema se encargará de equilibrar la situación y no se producirá ningún trompo.
Con el sistema de frenos ABS no sólo se consigue evitar un bloqueo de las ruedas, si no que también se detiene el vehículo sin problemas en frenadas en las que las ruedas pisan sobre superficies con deslizamiento desigual. Podemos dar como ejemplo el de una frenada en la cual las ruedas de la derecha pisan arena o tierra acumulada sobre la calzada mientras que las izquierda lo hacen sobre un asfalto seco. En esta situación al frenar a fondo sin ABS se producirá una peligrosa patinada que hará girar el frente del vehículo hacia el centro de la calzada ya que las ruedas de la izquierda debido a la arena se deslizarán a mayor velocidad que las de la derecha. Si el vehículo dispone de ABS el sistema se encargará de equilibrar la situación y no se producirá ningún trompo.
Para evaluar comportamiento de los vehículos en estas situcaciones se realizan pruebas de frenadas asimétricas, sobre una pista específica para ensayos de homologación de sistemas ABS. Esta ofrece un agarre muy bajo, similar al de una superficie helada. Para realizar la prueba las ruedas del lado izquierdo pisan dicha zona de baja adherencia y las del lado derecho sobre un asfalto convencional, también mojado. Una brusca frenada a 80 km/h, pone a prueba tanto el sistema ABS como el control de estabilidad.
En el siguiente video, se aprecia lo que puede ocurrir durante una frenada asimétrica brusca, si se tiene el ABS desconectado.
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